Primera Nacional | Arsenal

Un año doloroso que termina bien

El equipo de Sarandí cerró un 2018 que padeció en el comienzo, pero que finalizó con una buena imagen y el sueño del regreso a la Superliga está más vivo que nunca.

Publicada: 17/12/2018 12:05:01

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Arsenal de Sarandí regresó a la B Nacional a mitad de año en lo que fue un doloroso golpe para uno de los dos equipos que quedaban sin haber descendido nunca en su historia de la Primera División. Una serie de complicaciones principalmente económicas terminaron determinando el destino de un club que supo salir campeón de torneos internacionales y nacionales en los últimos años.

Pero la vuelta a la segunda división del fútbol argentino podía haber sido mucho más traumática de lo que fue. Todo el club mostró mucha capacidad de adaptación a una nueva realidad, al armado de un plantel austero, a apuntar al sentido de pertenencia con un entrenador como Sergio Rondina que sabe del tema. Con la llegada de líderes y hombres de experiencia se armó un plantel que también entiende el juego que hay que hacer fuera de la cancha, el más difícil que tiene el club.

Dentro del terreno, a Arsenal le costó encontrarse con la victoria en las primeras fechas, pero cuando se abrió el arco, se abrió con todo. Arsenal consiguió ganar cinco partidos entre la fecha 4 y la 9: 3-2 a Temperley, 3-0 a Mitre, 2-0 a Chacarita, 1-0 a Morón y 4-1 a Quilmes. Apenas le quedó un empate en Mendoza en el medio ante Independiente Rivadavia.

Luego, le costó en las últimas salidas de Sarandí y cayó en condición de visitante con Sarmiento de Junín (2-0) y Ferro (2-1). Pero como suplió ambas caídas con dos triunfos en casa (2-1 a Brown de Adrogué y 2-0 a Chicago), el equipo terminó en una buena posición, clasificó a Copa Argentina y quedó tercero en la tabla de posiciones.

Cuando uno mira para atrás y piensa en el equipo dolorido que era Arsenal cuando regresó a los entrenamientos en el fútbol de ascenso, se encuentra con un plantel armado, sólido, que demostró que está preparado para pelear dentro y fuera de la cancha con las realidades que vaya a tener que enfrentarse.

El plantel se repuso incluso a la pérdida de su goleador. Juan Manuel García se estaba erigiendo como la figura del plantel con los cinco goles que había marcado en los 8 juegos que pudo disputar. Pero en el clásico con Quilmes se rompió los ligamentos y probablemente se pierda el resto del torneo.

Pero Rondina se apoyó en los pibes, y ellos le respondieron. Las apariciones de Lucas Necul, Alejo Antilef y Sebastián Lomónaco ya no como una promesa del equipo sino como una realidad también es un valor importante para el club. Arsenal superó las expectativas, incluso las propias. Y ahora, partido a partido, como siempre se aclaró desde el Viaducto, soñar con volver no es una locura.

Mariano Perusso

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