Jugó sin arco

El Bohemio hizo un muy buen partido ante Arsenal, que pelea para volver a Primera, pero no tuvo precisión en el área rival. Los de Sarandí sí, y por eso se llevaron el 2-0.

Publicada: 10/04/2019 19:05:41

Lecturas: 2535

Atlanta dejó en claro que el objetivo de la temporada no pasaba cerca del Alfredo Beranger, donde debía medirse Arsenal de Sarandí, un rival que milita una categoría por encima y que, además, es puntero y pelea por ascender a Primera. La decisión de Orfila de poner un equipo con mayoría de suplentes indicaba que no era una prioridad. Pero los once que salieron a la cancha no lo tomaron así.

El Bohemio hizo un buen partido, en particular en el primer tiempo, donde superó absolutamente a los de Sarandí. Pero había un problema: en el área rival, el Bohemio no estaba preciso. Pedrozo tuvo dos, pero Gagliardo estaba muy despierto, Milton Giménez lo eludió, pero no pudo definir bien, y luego Colitto lo dejó parado, pero el travesaño le dijo que no. Para colmo, en la que tuvo el Arse, facturó con un cabezazo esquinado de Cérica.

Atlanta se fue mal anímicamente al descanso, porque no era justo el resultado. El grito del entrenador lo decía todo: “No podemos errar tantos goles”. Arsenal tenía tiempo de recuperarse y reordenarse en el entretiempo, lo cual auguraba que la segunda mitad no sería igual de accesible.

Y así fue. En apenas cinco minutos, el Arse ya había extendido la ventaja, aprovechando un hueco entre Cherro y Barbosa para colocarle la pelota a Antilef, que mano a mano puso el 2-0. El golpe se sintió para los de Villa Crespo, que tardaron en reaccionar. Orfila apuntó a meter mano y en menos de 15 minutos agotó variantes con los ingresos de Oyola, Figueira y Nakache.

Más allá de que Arsenal definió mejor el segundo tiempo, tuvo las suyas con Pedrozo, algunos buenos desbordes de Oyola por izquierda, además de la precisión de Nakache, Figueira y Previtali para poner pases profundos. Atlanta se quedó sin ideas para romper un cero en el arco rival que no mereció tener, pero sin precisión, es muy difícil hacer goles.

Más allá de la derrota y la eliminación, no duele tanto la derrota. Por un lado, porque se hizo un buen partido ante un rival, en los papeles, superior. Porque se generó una magnitud de llegadas que, ante un equipo de B Metropolitana, deberían ser gol. Y además, porque el ojo del hincha Bohemio no está en avanzar en la Copa Argentina sino en regresar a la B Nacional.

Mariano Perusso