Primera B | Flandria

Ganó en Escalada y levanta vuelo

Con un muy buen primer tiempo, el Canario venció por 1-0 a Talleres de visitante y sumó su segunda victoria seguida. Nicolás Malvacio en contra le dio el triunfo a Flandria.

Publicada: 03/09/2018 22:25:09

Lecturas: 1666

Segunda victoria para Flandria que levanta vuelo. Y, lo más importante, mejora en su juego. En Remedios de Escalada, el equipo de José María Martínez venció por 1 a 0 a Talleres y se metió en la zona alta de la tabla con siete puntos.

En el primer tiempo, el Canario marcó una clara superioridad. A pesar de que le costó en el inicio -donde hubo paridad-, después el equipo de Martínez se hizo dueño del partido. Y en la primera llegada seria, llegó el grito: gran movimiento de Sebastián Ciaccheri por la izquierda que ganó con el cuerpo y luego en velocidad, tiró el centro atrás y por el otro lado entró Alejandro González, que le pegó cruzado y el defensor Malvacio la terminó metiendo contra su propio arco.



A pesar de la ventaja, Flandria siguió buscando con todo. Alejandro González reventó el travesaño con un zurdazo y después Ciaccheri cabeceó al gol entrando solo, pero el árbitro anuló todo por una posición adelantada inexistente. Enzo Acosta casi sorprende con un tiro de esquina cerrado que Marrone sacó del ángulo y cerca del final un disparo desde afuera de Matías Nouet se fue muy cerca.

El Tallarín, con muy poco, casi se lleva el empate al descanso, aunque el cabezazo de Trípodi se fue cruzado. Hubiese sido injusto.

En el complemento, Talleres abrió la cancha, se hizo ancho y comenzó a lastimar por las bandas. Un poco por obligación, otro poco por decisión propia, el Canario comenzó a replegarse cerca de Garavano, que salvó un cabezazo de Trípodi complicado.

El Canario hacía todo lento, aunque no encontraba los espacios para meter una contra y empezar a cerrar el partido. A fuerza de centros, el local estuvo cerca con otro cabezazo de Badell que atrapó Garavano, seguro durante toda la noche.

En la última bola de la noche, Flandria a punto estuvo de quedarse con las manos vacías. Primero lo salvó el travesaño y luego la suerte.

Agustín Gigante

comentarios

notasrelacionadas

notasanteriores

másleídas