No se sacaron ventajas

El Lujanero lo buscó con todo en la segunda parte y mereció el triunfo en el clásico. Pero L.N. Alem se cerró bien y terminó celebrando el 0-0 en el Campo Municipal.

Publicada: 28/10/2018 18:38:30

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Como siempre, fue un clásico trabado. Más luchado que jugado. En ese contexto de paridad, Luján sacó una mínima ventaja y en la segunda parte fue el único que quiso ganarlo. Pero no pudo quebrar a Leandro N. Alem que se conformó rápido con el 0 a 0. Por eso, el derby del Oeste fue empate.

El primer tiempo fue aburrido y eso se reflejó en las situaciones de riesgo. Casi no hubo riesgo en los arcos salvo a través de la pelota parada. El Lechero salió con la intención de dominar territorialmente y complicar por la banda izquierda. En esos primeros minutos, logró su cometido con la pareja Cristeff y Suárez Costa complicaban a Minervino haciéndole el 2-1 ante la falta de retroceso de Gastón Sánchez. Cada desborde terminaba con un centro a las torres Bouno y Meza.

Al Lujanero ordenó las cosas de atrás hacia adelante. Primero acomodó las marcas y luego empezó a disputar el partido en mitad de cancha, con Maxi Pighin y Joaquín Marcos como estandartes. Pero ni Sánchez ni Chambi lograban desequilibrar hacia adelante. Por eso, todo dependía de alguna corrida de Imanol Varela o la voluntad de Juan Cruz Vera Borda.

En ese contexto de paridad, los dos tuvieron una clara. A los 9, Lucas Chambi tuvo un tiro libre por arriba de la barrera que el arquero salvó con el manotazo al tiro de esquina. Después, tras una serie de rebotes, Sánchez tocó para la izquierda y el disparo de Marcos terminó en las manos del arquero.

Del otro lado, Alem generó dos tiros de esquina que casi complican. En el primero, Meza cabeceó a las manos de Ruhl y a los 40 el testazo de Kulich se fue rozando el palo.

En el complemento, los dos se repartieron el dominio. Apenas una luz de ventaja sacó el Lechero en el inicio adelantándose en el campo de juego. Pero con los cambios de Portesi y Seguel, el equipo de Oroná logró algunas triangulaciones que ilusionaron. A los 27, Vera Borda casi la cuelga de zurda por arriba de Paz que se fue besando la red.

En el último cuarto de hora, el partido se quebró. El mediocampo era zona de paso rápida y ambos saltaban líneas para llegar más rápido al área rival. Ya no importaba cómo, lo único que servía era llegar hasta el arco enemigo. En un empujón de la gente, el Lujanero encerró al Lechero con más voluntad que juego. Desde la tribuna pidieron dos infracciones inexistentes dentro del área y después Chambi se metió adentro del área a puro enganche. Sin embargo, no terminaba de acorralar al arquero.

En los minutos finales, todo fue de Luján, que fue el único que quiso ganarlo. Seguel entró bien y tuvo un disparo alto que no tomó la comba deseada. Oroná se la jugó con la última carta, Jonathan Duche.

Y los dos pudieron ganarla. Porque en 30 segundos fueron de área a área: Buono lo perdió ante Ruhl y Portesi reventó el travesaño con un zurdazo desde afuera del área. Pero no pudieron romper el cero y el clásico terminó en pardas.

Agustín Gigante