Primera C | San Martín (Burzaco)

Mate amargo

Como visitante, el Azul cayó por 3-1 ante Argentino de Quilmes y no logró meterse en puestos de octogonal. El conjunto de Galeano tendrá otra chance el domingo.

Publicada: 06/04/2018 00:06:51

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San Martín cayó en su visita a Argentino de Quilmes y perdió la chance de ingresar al Reducido. El gol de Gastón David no alcanzó para un partido que lo tuvo como protagonista, pero fue ineficaz. El próximo domingo tendrá revancha rápida cuando reciba a Cambaceres.

El Azul se presentó en la Barranca Quilmeña con el mismo objetivo que traslada fecha a fecha: una victoria que lo deposite en zona de Reducido. Para ello, Diego Galeano realizó sólo una modificación respecto a la victoria ante Dock Sud. Alegre le dejó el lugar a Llodrá para ser el acompañante de Ledesma en la ofensiva. Luego, todo igual. Línea de cuatro con la confirmación de Gómez en el lateral derecho, tres volantes con Céliz de pivote y Ortigoza-Regner de interiores, y Contreras para anexar cada avance.

Empezar con un gol en desventaja desde temprano cambia indefectiblemente el comportamiento del partido. Y, como ante Jota Jota y Alem, San Martín volvió a recibir un golpe en el primer tramo del encuentro. Una pelota dividida en el aire encontró dudas en la defensa visitante y a un Tanque Chávez que exprimió todo su oficio para proteger el balón sobre la raya, desprotegerse de su marca y enviar un centro perfecto a la cabeza de Tellas. El delantero sólo tuvo que poner la testa para que la pelota impacte en el travesaño y pique ¿adentro? No quedó claro, pero el línea salió corriendo al mediocampo y Mariano Negrete señaló gol.

Dentro de esa falencia de entrar en desventaja en los primeros minutos, a San Martín no le cuesta reaccionar desde lo futbolístico. Las sociedades por medio de Contreras y Regner se encuentran y sus pies hacen que cada posesión gane en fluidez y un buen andar de la jugada. Ledesma, que necesita del gol, tuvo su chance y un milagro hizo que el partido aún no lo quiera. Pero más tarde, un lateral muy largo de Gómez -de muy buen partido-, tuvo como destino a Gastón David. El defensor se puso el traje de centro delantero por un rato y conectó un potente remate que se coló en el ángulo superior izquierdo.

El empate transitorio era un premio justo para un San Martín que futbolísticamente no es menos que cualquier equipo del torneo, pero que es evidente que adeuda alguna materia. La eficacia quizás sea la más determinante. El fútbol se cocina en la medular pero se define en las áreas, y allí el Azul no es el más fuerte. El complemento siguió con la sintonía de los de Galeano como dominadores pero con los locales que encendían alarmas en cada avance. La ventaja pudo haber estado en los pies de Llodrá, de Ledesma y en múltiples ocasiones donde al último pase le faltó una pizca de precisión.

Por el otro lado, los de Monzón se imponían en el juego aéreo y no encontraron mejor vía que un balón parado para recuperar la ventaja. Un tiro de esquina que sobrepasó el área ubicó a Medina, que sin titubear remató de primera y venció la humanidad de Carballo. Para colmo, dos minutos después, un desacople defensivo permitió que el Tanque Medina defina con total categoría y selló un resultado exagerado que tuvo su diferencia en las áreas.

Ahora, la dinámica del campeonato le permite a Sanma tener revancha rápido. El domingo frente a Cambaceres tiene un duelo, como todos, trascendental. Ante tantos equipos en disputa por el acceso al octogonal, en Burzaco saben que de local no pueden dejar pasar puntos. Una unidad es lo que lo separa de sus competidores, y también una materia: la de la eficacia. Es por ello que esta vez, el Mate, fue amargo…

Franco Stechina

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