Punto de esperanza

El conjunto Villero igualó en su visita a Platense. Comenzó ganando con gol de Maximiliano Badell, pero el Calamar igualó las acciones por intermedio de Vizcarra.

Publicada: 04/11/2017 22:37:42

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Para Villa San Carlos era una prueba de carácter importante afrontar un duelo ante el complicado Platense en Vicente López, sobre todo porque venía de perder un partido increíble como local ante UAI Urquiza y necesita como el agua los tres puntos para escaparle a la zona roja de los promedios.

El partido fue friccionado y sin demasiado brillo a lo largo de los 90 minutos. El Calamar intentó por todos los medios quebrar la resistencia de la última línea de la visita, que se paró bien atrás en el campo, formó un equipo compacto e intentó cerrarle los circuitos de juego al local. Y en la más clara que tuvo facturó: a los 17 minutos Federico Turienzo sacó un potente remate, el arquero dio rebote y allí apareció Maximiliano Badell para decretar la apertura del marcador.

El gol del Villero fue un cachetazo para Platense, aunque de todos modos intentó llegar al empate pero no fue preciso ni claro en los metros finales. Los últimos cinco minutos de ese capítulo mereció la igualdad tras sendos remates de Olivares y Curuchet, pero el balón pasó besando ambos postes del arco de Bangardino.

Y en el inicio del complemento el Marrón pudo respirar aliviado tras un penal a favor que José Vizcarra ejecutó y convirtió para decretar la igualdad en el resultado. Allí parecía que el local se iba a llevar puesto al Celeste, pero continuó con un nivel flojo y pocas ideas para lastimar.

El Villero resguardó su defensa, se agazapó en su campo y esperó alguna contra que nunca llegó. Los minutos corrieron y se tuvo que conformar con un punto frente a un rival que fue más desde el dominio del balón pero careció de inteligencia para quedarse con la victoria.

De esta manera Villa San Carlos consiguió un punto valioso que ahora deberá hacer valer ante Comunicaciones, también como visitante, con la consigna de lograr un triunfo para escaparle al mal momento en el certamen.