Al borde del abismo

El Dragón no supo aprovechar un penal a favor ni la ventaja numérica que tuvo durante todo el partido, cayó 1-0 con Temperley y está cada vez más complicado con el descenso.

Publicada: 10/04/2014 11:56:05

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La irregularidad futbolística de Defensores ya no es novedad, sus problemas en la generación de juego tampoco y, últimamente, los magros resultados de visitante son bastante frecuentes. Sin embargo, el partido de este miércoles en el Beranger tuvo un agregado que preocupa en el Bajo Núñez: el de Rodolfo Della Picca se mostró como un equipo vencido desde lo anímico.

Un Defe al que, con sus limitaciones, siempre se lo vio entero, bajó la guardia en Turdera y recibió un golpe que lo dejó muy cerca del precipicio que intentó evitar durante toda la temporada.

El panorama no pudo haber sido más alentador en el arranque para el Rojinegro. Temperley se hizo dueño de la pelota, pero tras un pelotazo largo de Albano Anconetani, Federico Crivelli salió de manera imprudente, le cometió penal a Pablo Bueno y se fue expulsado.

Iban sólo 10 minutos. Ingresó Leandro De Bórtoli para ocupar el arco, le adivinó el palo a Gastón Grecco -que cruzó su remate a media altura- y le dio aire al Gasolero. De todas formas, quedaba casi un partido completo para que el Dragón, con un futbolista más en cancha, fuera a buscar la victoria, pero ni así pudo conseguirla.

Para colmo, en un contragolpe que condujo Leonardo Di Lorenzo por izquierda, Fernando Brandán apareció sin marca por el lado opuesto y, sin saltar, cruzó un cabezazo por encima de Anconetani para establecer el 1-0. Una puñalada para la débil moral de Defensores, que había convertido una situación favorable en una carga que le pesó durante toda la noche.

Desde entonces, el conjunto visitante fue lo que ya había demostrado en los últimos encuentros. Empuje, impotencia, falta de ideas, imprecisiones. En definitiva, el rival ideal para un Temperley que, salvo en un par de ocasiones cerca del final, nunca pasó sobresaltos ni sintió el hombre de menos en el campo de juego.

Restan nueve jornadas para Defe y las posibilidades matemáticas existen, aunque los triunfos de UAI Urquiza y Morón, el empate de Flandria y la imagen de abatimiento de un equipo que tuvo todo para ganar y no lo consiguió dejan en evidencia que, a esta altura, lo que se espera en el Bajo ya es casi un milagro.

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