Primera C | Flandria

Hizo los deberes

El Canario dio vuelta el partido y venció 3-1 a Sacachispas con goles de Montenegro (foto), Costa y Sandoval. Llega con chances de salir campeón a la última fecha.

Publicada: 11/11/2014 12:36:15

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Flandria recibió una mano. Y ahora espera otra para conseguir lo que, hasta hace 24 horas, parecía imposible: conseguir el ascenso directo a la Primera B Metropolitana. Es que después de la derrota en la Isla Maciel ante San Telmo, esa posibilidad parecía completamente enterrada. Sin embargo, fue un lunes de resurrección para el Canario, que venció por 3-1 a Sacachispas en el estadio de Chacarita (debió mudarse a San Martín por la inundación del Carlos V), mientras que el Candombero empató con Cambaceres por 1-1 en Ensenada.

De esta forma, el equipo de Pedro Monzón llegará con chances a la última fecha, a disputarse el próximo fin de semana. Ahora son dos los puntos que los separan. Pero para conseguir el milagro, Flandria deberá ganarle a Central Córdoba en Rosario y esperar que San Telmo no pueda ganarle a Laferrere como local. El Verde de La Matanza se jugará allí la última chance de conseguir el pasaje al Reducido. Un final caliente.

En cuanto al encuentro ante el Lila, el primer tiempo dejó un mar de preocupaciones para el Canario. Es que al igual que en los últimos encuentros no tuvo juego ni espíritu. Así, deambuló durante 45 minutos ante un rival que se esmeraba por no complicarlo. Con un mediocampo con imprecisiones exasperantes, el local no podía hacerse dueño del partido en medio de la lluvia, aunque con un campo de juego impecable.

Por eso, el local dependió de la pelota parada. Y allí Rubén Molina –que con la pelota en movimiento erró demasiado- se mostró preciso. En la primera, metió un centro cerrado que Fazanella no pudo controlar y nadie logró conectar el balón perdido dentro del área. Y después el volante buscó la misma fórmula, aunque esta vez el arquero metió el manotazo por arriba del travesaño.

Y si Flandria hacía poco, Sacachispas hacía menos. Porque el Lila reflejaba todas las falencias que lo ubican en el fondo de la tabla. Aunque en la primera que tocó Griffo, debió sacarla del fondo del arco: pelotazo que bajó un delantero y Mariano Sardi (justo Sardi, un ex Canario) metió un derechazo que dio en el palo y se metió. Y después dos veces tuvo que aparecer Camacho para salvar ante una mala salida de Molina.

A esa altura, los únicos que se salvaban de un nivel mediocre eran justamente Camacho y Costa, la única carta que inquietaba de mitad de cancha hacia adelante. Pero en el complemento hubo un lavado de cabeza: el mediocampo se paró unos metros más adelante y cambió su actitud. Sobre todo eso fue fundamental. El cambio de actitud.

A eso se le sumó algunas asociaciones. Así, Molina metió el centro perfecto para que Montenegro, con un cabezazo de manual (pique al suelo y a contrapierna), pusiera el empate tranquilizador. Flandria mantuvo el ritmo y dos minutos después Franco Costa arrancó habilitado tras un pelotazo largo y definió al segundo palo para dar vuelta el resultado.

La frutilla la puso Abel Sandoval. Aunque todos los aplausos se los llevó Costa, quien se metió dentro del área y metió un pase de caño para que el zurdo no perdonara con un disparo violento.

Con el resultado cerrado, los oídos se pusieron en Ensenada, en donde San Telmo igualaba con Cambaceres y le daba a Flandria una vida más. Sin embargo, el gol de Candombero cayó como un baldazo de agua fría. Pero en el cierre del encuentro llegó el empate del Rojo de Ensenada para mantener con vida al Canario. Todo se definirá en la última jornada.

Agustín Gigante

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