Primera Nacional | Atlanta

El Bohemio fue superior, pero no pudo pasar del cero

En un partido bravo ante Instituto, el equipo de Mauricio Giganti mejoró notablemente su nivel, sobre todo en el complemento, pero no logró traducirlo en la red y empató 0-0.

Publicada: 03/07/2022 19:26:09

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Atlanta venía de días complicados. El cambio de entrenador, las derrotas acumuladas y la falta de gol cargaban en la mochila del equipo cuando este domingo salió a la cancha a recibir a Instituto. La Gloria llegaba en una buena posición, potencialmente tercero en la tabla de posiciones, mientras que el Bohemio, acuciado por el fondo de la tabla, necesitaba empezar a sumar de a tres para no tener que pensar en el descenso.

El encuentro arrancó parejo y el primer tiempo fue malo. Lo más entretenido eran las tomas de catch que protagonizaban, en cada pelota parada, Alan Pérez y Fernando Alarcón, con cortitos, manotazos, agarrones y lo que hubiera a disposición. Un salomónico (y flojito) Yamil Possi optó por amonestarlos a ambos sobre los 30. En cuanto a llegadas, poco para destacar, sólo un blooper de Perinciolo que le bajó una pelota a Rago y casi la mete en su propio arco.

En el complemento, el Bohemio salió mucho más metido y mostró su mejor cara. Aún falto de claridad en la ofensiva, sin lograr aprovechar las pocas posiciones en que pone a un delantero en posición favorable y dependiente casi en exclusiva de lo que la claridad de Galeano y la habilidad de Bisanz puedan ofrecer, se las ingenió para, al menos, poner el juego en campo rival. Que no es poco. Incluso podría haber tenido un penal por una mano que Possi ignoró. La más clara fue una pelota parada que Alan Pérez bajó y en el segundo palo Colombo entró sin marca. De volea, y ante el ahogo del arquero Carranza, reventó un derechazo en el travesaño.

Giganti trató de buscar presión en ofensiva con el ingreso de Pedrozo por Berterame, de poca participación. Aunque aportó otra jerarquía (el misionero obliga siempre), el juego siguió mayormente volcado en la derecha, donde Bisanz, aún sin poder combinar con Carrasco con fluidez, era la mayor arma de desequilibrio. Sobre el final, el DT repitió dos cambios que había hecho en su debut: Klusener por Donato, que no consigue asentarse, y Molina por Perinciolo, con pie cambiado.

Ese par de cambios casi le paga, porque ya en tiempo de descuento, en la mejor jugada ofensiva del Bohemio, Molina enganchó en la izquierda y lanzó un centro perfecto para Klusener, que peinó la pelota al segundo palo. Cuando todo Villa Crespo se preparaba para gritar el gol, Carranza, a contrapierna, se lanzó hacia su izquierda y sacó la pelota con un manotazo salvador.

El partido terminó y Atlanta se fue con una sensación agridulce. Por un lado, la tranquilidad de haber levantado el nivel, de haber sido superior a un rival que en la tabla está mucho mejor parado y de haber logrado su segunda valla invicta consecutiva. Pero no puede ignorar que llegó a su quinto partido sin ganar ni convertir, y que si no consigue traducir sus mejorías en la red, la preocupación con el descenso se va a transformar en una realidad.

Mariano Perusso

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