La historia sin fin

El Bohemio escribió esta noche otra página más de su amarga actuación en los Reducidos. En esta oportunidad fue derrota 1-0 ante Deportivo Español con ventaja deportiva.

Publicada: 04/07/2017 23:10:12

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Parece una crónica ya escrita. Parece una nota que ya se leyó. Es que el partido de Atlanta fue todo lo que se podía imaginar cualquier hincha viendo las estadísticas. El Bohemio volvió a perder en una instancia de Reducido, y mantiene vivo el maleficio de no poder ganar siquiera un partido en estos certámenes. El verdugo fue esta vez Deportivo Español, que le ganó dignamente por 1-0.

A priori, Atlanta tenía que jugar por los cuartos de final ante el rival más complicado que le quedaba. Pero no fue azaroso: quitarle importancia al partido con Acassuso, que terminó en derrota, derivó en este cruce. Claro que si hoy el Bohemio pasaba de ronda, pocos se acordarían de eso. Con el diario del lunes es más fácil. Aunque no es la primera vez que el descanso a los titulares no repercute de buena manera en lo futbolístico. El asunto es que Deportivo Español hizo valer su condición de equipo duro.

Los de Pizzo plantearon un partido enfocados en un endiablado Cristian Amarilla, que sacó a pasear a una muy desconcentrada defensa local en varias ocasiones. Y cuando no pasaba gran cosa en el partido y los dos se medían, una linda combinación por izquierda terminó con un derechazo al segundo palo que esquivó la estirada de Agustín Gómez y se clavó en la red. Golazo.

Atlanta reaccionó rápidamente, pero nunca pudo generarle un serio peligro a Cristian Correa en la primera etapa. Centros, algunas gambetas que el Gallego cortaba con falta y poco más. En el entretiempo, Duró metió a Barría por Tolosa, de discreto rendimiento. Pero más allá del ingreso del juvenil, y la posterior entrada de Peralta, el juego en cancha del local pasaba por los pies del Gurí García.

Y el Bohemio no pudo encontrar los caminos. Su eje estaba impreciso y sus delanteros indecisos a la hora de definir: Dorregaray tuvo una clara, pero se la quiso dejar a Seijas, que se la quiso dejar a Fonito y entre cosa y cosa nadie definió. Luego Pons metió un buen desborde, pero el centro atrás no encontró ningún compañero. Y por último Dorregaray cabeceó por arriba un centro bombeado al segundo palo.

Ese fue todo el peligro que generó Atlanta, pese a haber jugado la última media hora con un hombre de más producto de la expulsión de Julián Montenegro y de haber tenido el dominio de la pelota en todo el complemento. Sobre el final, Nahuel Tenaglia, que tuvo que bailar con la más fea, terminó recibiendo una doble amarilla y también se fue a las duchas antes de tiempo. Español lo ganó en buena ley, sin sufrir de más y con fútbol. La platea local reconoció esto y aplaudió al plantel visitante en un gesto que vale la pena remarcar.

Por el lado de Villa Crespo, habrá mucho que rever. Desde el armado de los planteles hasta la función del hincha deberían ser motivo de reflexión en el club. No puede ser casualidad que año a año Atlanta se encamine a un título que en tres cuartos de campeonato deja de pelear y en el Reducido no es capaz siquiera de hacer una actuación digna como para luchar hasta el final.

Este martes no fue ni la mala suerte, ni el error puntual de un arquero, ni siquiera un arbitraje perjudicial, más allá de algún reclamo de penal más o menos acertado. Atlanta no generó el peligro -ni siquiera la sensación de- como para confiar en el empate. Es como si el chip del Reducido en Villa Crespo tuviera algo que le impide al Bohemio jugar con actitud ganadora.

Fue el final para un año demasiado parecido a los demás. El final de una ilusión que se extingue del mismo modo que lo hizo en tantas oportunidades. Y seguramente será el final de un plantel que en momentos demostró estar para más, y cuando tuvo que llevar eso a los resultados se quedó sin argumentos.

Sería bueno que Atlanta pudiera retener gran parte de este plantel, y jerarquizarlo con refuerzos puntuales, aunque lo más probable es que pase lo de siempre: una partida masiva, y el armado de un grupo nuevo, con referentes nuevos y con una idea nueva. Si es así, será otro punto a rever en Villa Crespo.