Volvió a perder y no toca fondo, ¿qué le pasa a Atlanta?

El Bohemio volvió a perder, esta vez 3-0 ante San Martín de Tucumán, alcanzó los 11 encuentros sin ganar y se aleja de todo. ¿Qué es lo que le pasa al Atlanta de Erviti?

Publicada: 18/08/2021 17:30:59

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Atlanta no encuentra el rumbo. Después de 10 encuentros invicto, el equipo cayó ante Agropecuario en la decimoprimera fecha y no se recuperó más. Ya son 11 partidos sin conocer la victoria, superando ya esta mala racha el buen comienzo del torneo. La punta está a 13 puntos, los puestos de Reducido a 7, pero lo más preocupante es que el equipo no arranca y las decisiones son cada vez más incomprensibles.

Anoche, ante San Martín, perdió un partido que, en este contexto, era lógico perder. Pero cayó de una manera que preocupa: arrancó bien, se plantó mejor los primeros minutos, y en cuanto el local tuvo una, facturó. En la siguiente, puso el 2-0. Y sólo le quedó el segundo tiempo para liquidar con el 3-0. Atlanta en ningún momento esbozó una reacción, sino todo lo contrario: se derrumbó.

Lo que es más llamativo son las decisiones en cuanto a nombres. Y no porque alguien no haya estado a la altura, sino porque es extraño que jugadores como Pedrozo o Tello hayan viajado para ser suplentes de un juvenil que firmó su primer contrato la semana pasada o de un arquero que no lleva ni tres semanas en el plantel. Más raro es que, estando Bolívar, el volante central sea Gabriel Ramírez, en una posición que no sólo no le es natural, sino que lo expone: el primer y el tercer gol vinieron por fallas suyas.

El 11 inicial que arrancó el partido ante San Martín contó con tres de los cuatro refuerzos que se sumaron y dos juveniles. En relación a hace seis o siete fechas, medio equipo es nuevo, más un jugador en un puesto que no es el suyo. Es lógico entonces que haya desatenciones y desencuentros. Pero el armado del equipo es intrigante.

¿Por qué Martín García, siendo el defensor más firme, perdió el puesto? ¿Qué pasó con Ochoa Giménez para que, de buenas a primeras, deje de formar parte de los concentrados sin ninguna explicación? ¿Qué explica que habiendo un solo volante central natural no sea titular? ¿Qué justifica que el equipo se arme con los pibes que están haciendo sus primeras armas en el plantel en vez de darle minutos paulatinamente? ¿Por qué Tello fue al banco? El DT tendrá sus razones.

Si la explicación fuera que Atlanta está haciendo un torneo de transición en el que se sentarán las bases para el próximo campeonato, sería perfectamente lógico: el club está invirtiendo los grandes ingresos de la última temporada en remodelar el predio y mejorar las instalaciones, y el armado del plantel se hizo calculando peso por peso. De ese modo, sería preferible foguear a los mellizos Bisanz, Cuenca, Ríos y Sumavil.

Lo mismo hizo Bersce, que no obstante las críticas ponía a Milton Giménez por sobre Adrián Martínez, y bancaba a Ochoa Giménez y Previtali de arranque: los resultados terminaron dándole la razón con el tiempo. Pero habría que declarar en consecuencia, porque Erviti dijo hace unas semanas que el objetivo es estar en los primeros cuatro puestos. Sería más lógico decir las cosas como son (y que el hincha lo entendiera).

Porque trabajo hay: la semana pasada, ante Almirante Brown, el Bohemio desperdició todas las pelotas paradas con centros intrascendentes. Ayer, en cambio, se mostraron opciones, variantes, jugadas preparadas que muestran que hay una clara intención de mejoría. Y hasta el gol, el equipo jugó bien, tanto ante San Martín, como frente la Fragata y Chacarita. El problema viene después, con una fragilidad psicológica propia de un plantel que también padece la mala suerte y no logra romper el maleficio.

Fue el propio Erviti el que logró hacer unas excelentes primeras 10 fechas con estos mismos jugadores. Ahora es momento de retomar esa senda, reencontrarse con el gol y con la victoria, para trabajar con otro estado de ánimo y hacer que el Bohemio vuelva a pelear arriba como pretende el entrenador.

Mariano Perusso