Primera Nacional | Nueva Chicago

Juan Manuel Sara, el verdugo que jugó amenazado

El ex delantero recordó aquel clásico que le ganó Chicago a Almirante Brown 6-1 en Casanova en su debut, cómo fue esa semana previa y la situación que le tocó vivir.

Publicada: 10/04/2021 13:34:25

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República Checa, Paraguay, Escocia, Inglaterra, Italia, Irlanda, Suiza, Liechtenstein, España y México. Todos esos países forman parte del pasado de Juan Manuel Sara, un trotamundos del fútbol que tiene una anécdota bastante particular y dramática que no vivió en ninguno de esos lugares, sino acá, en Argentina en su pasado como futbolista.

El hoy ayudante de campo de Diego Martínez en Tigre fue un delantero con 146 goles a lo largo de su carrera. Debe ser de los pocos, o quizá el único que pasó directamente de Almirante Brown a Nueva Chicago. Y ello le generó un gran dilema, porque su primer partido con el Torito fue, justamente, un clásico en Isidro Casanova.

No fue cualquiera: fue el 6-1 sobre el Mirasol por la B Nacional el 30 de agosto de 1997. Y él lo padeció en la semana, durante y después del partido. ¿Por qué? Porque en la previa recibió amenazas, fue hostigado en la previa a los 90 minutos y al cabo de la goleada le mostraron un arma desde la tribuna. Insólito. Ah, y marcó dos goles.

Y después de más de 23 años, habló sobre esa jornada que quedó en la historia. “Fue una semana difícil porque en la semana habían llamado a mi casa para amenazarme y encima atendió mi vieja”, arrancó en diálogo con Solo Ascenso y sobre esa amenaza, contó qué le dijeron: “Que si hacia un gol me mataban”.

Sobre la tarde en el Fragata Sarmiento, explicó cómo empezó todo. “Llego al club y había un cajón de muerto con mi nombre, fue bastante complicado. Nunca vi que maten a nadie en un partido”, dijo buscando esa cuota de humor hoy a la distancia quien surgió de Almirante y jugó cuatro años en Primera antes de mudarse a Mataderos. Y remarcó: “Cuando termina el partido, un hincha me mostró un revolver, fue difícil la situación”.

“Fue doloroso porque yo me había ido de Almirante y en el club me dejaron debiendo ocho meses desueldo y nadie sabía esas cosas. Hay mucha gente que habla de más y no sabía cuál era la situación”, comentó el ex goleador. Por cómo lo vivió, explicó: “Fue una sensación rara. Era un clásico importante, con gente en ese momento, arrancar debutando con dos goles y en una goleada así fue importantísimo”.

Y en su relato, continuó: “Uno había salida de Almirante y sabía que del otro lado había gente que para uno era querida, pero uno se debía a su trabajo y pudimos ganar. Fue un muy buen comienzo”. También claro, dijo que gritó los goles: “Un poco sí porque estaba con mucha bronca por lo que había pasado, tuve un momento, pero no muy eufórico”.

Pese a lo vivido, Sara sostuvo que la historia no pasó a mayores y que nunca habló sobre ello. “Todo quedó ahí. Tampoco hablé de esta situación, hoy lo cuento porque pasaron muchos años”, admitió. Y ante la consulta si se ha arrepentido de algo sobre ese paso de un club a otro con el paso del tiempo, fue claro: “No, porque el que conoce de la situación sabe cómo actué yo, no le hizo juicio a Almirante y la realidad es que nunca cobré la deuda que el club tenía conmigo”.

“Es más, me habían vendido y estas cosas la gente no las sabe. Yo me porté bien con el club. También venía de una lesión de ligamentos cruzados, y yo tenía 21 años, cuando te lesionás tan joven aparecen un montón de dudas, si vas a poder seguir jugando o no. Disfruté volver a jugar y sentirme importante”, agregó. Además, en cuanto a si le han hablado de esa tarde de cualquiera de los dos lados, afirmó: “Alguna vez me lo han recordado, pero no mucho tampoco. Pasaron muchos años, mucha gente no lo recuerda”.

Juan Manuel Sara cambió Casanova por Mataderos, pero más allá de esa mudanza de 11 kilómetros, ello significó un despegue en su carrera porque después de Chicago partió al mundo. “Tuve la bendición de jugar en un montón de países, un montón de ligas. El fútbol me dio la posibilidad de recorrer el mundo, conocer otras culturas, y lo disfruté muchísimo. Fueron 20 años que pude vivir de lo que uno ama hacer. Soy un agradecido”, concluyó Sara.

Federico Meza

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