Primera B | J.J. Urquiza

El adiós al último enganche

Damián Manso decidió su retiro del fútbol argentino, en medio de su paso por el Celeste de Caseros, donde consiguió un ascenso. Repasá con Solo Ascenso su excelente carrera.

Publicada: 01/02/2019 12:52:36

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Damián Manso es, probablemente, el último enganche nato que quedaba en el fútbol argentino. Una raza que parece extinta en épocas en las que el físico y la velocidad priman por sobre la visión, la precisión, el enganche y la gambeta. Todas esas son cualidades que aún tiene el Piojo que, aunque sus casi 40 años le pasaron factura, se las arregló para regalar destellos de fútbol en el ascenso.

Su retiro se dio en el J. J. Urquiza, el club que le abrió las puertas en la Primera C y le permitió lograr su última alegría con la pelota: el ascenso histórico del club de Caseros a la Primera B Metropolitana, un hito para el Jota. Sin embargo, la historia del piojo estuvo más regida por otros colores: el rojo y el negro.

Se inició en Newell's, el club de su Rosario natal. Su aparición en La Lepra fue todo un suceso, dado que debutó con apenas 16 años en 1996, y siendo tan joven, captó rápido la mirada de José Pekerman, quien lo tuvo en cuenta para las exitosas excursiones de las selecciones juveniles. En 2001 partió al Bastia de Francia, donde una lesión en la rodilla lo mandó de regreso.

Regresó a la Lepra, luego pasó a Independiente, y volvió una vez más al elenco rosarino donde se coronaría campeón en 2004, aunque sin mucho lugar, dado que en la fecha 4 se lesionó y quien venía siendo la figura del plantel debió ver el resto del certamen desde afuera. En 2005, en circunstancias nunca esclarecidas, quedó libre del club que lo vio nacer.

Allí comenzó un derrotero por el Xanti griego que lo terminó llevando a la Liga Deportiva Universitaria de Quito, donde conquistó América y a toda una hinchada que valoró su fútbol desde el comienzo. De la mano del Patón Bauza consiguió el campeonato local en 2007, la Copa Libertadores en 2008 y el subcampeonato en el Mundial del Clubes ante el Manchester United. Allí, fue distinguido como el tercer mejor jugador del torneo, detrás de Wayne Rooney y un tal Cristiano Ronaldo.

Su carrera continuó en México, donde vistió las camisetas del Pachuca, los Jaguares de Chiapas y el Monarcas Morelia. Pero para el 2012 y luego siguió su camino en el Al-Nassr de Arabia Saudita. Para el 2013 decidió regresar a su país, y fue nuevamente Newell's quien lo recibió, pero no tuvo minutos y su cuarto ciclo en el club pasó sin pena ni gloria.

Sin embargo, el fútbol le deparaba más al Piojo, que encontró en Chacarita su hogar. Allí fue la figura del equipo para lograr el ascenso a la Primera B Nacional, marcando un gol de cabeza histórico en el triunfo ante Dálmine que confirmó el pase a la segunda categoría del fútbol argentino. Pero después no encontró lugar, Coyette no lo tuvo muy en cuenta en el equipo y por eso en 2017, decidió cambiar de aire y firmó con J. J. Urquiza. En un año y medio en el club, consiguió el mayor logro de la institución con el ascenso a la Primera B Metropolitana.

En sus 23 años de carrera, Manso salió campeón del Torneo Apertura 2004 con Newell's, la Serie A de Ecuador 2007 y la Copa Libertadores 2008 con la Liga Deportiva Universitaria de Quito, la Liga de Campeones de la Concacaf con Pachuca en 2010 y logró el ascenso de Chacarita a la Primera B Nacional en 2014 y el del Jota a la B Metropolitana en 2018.

El Piojo probablemente extrañará el fútbol, aunque seguirá ligado al deporte como entrenador de las inferiores de Chacarita. Lo que es más que seguro es que el fútbol lo extrañará a él, uno de los últimos enganches que quedaban en el fútbol argentino.

Mariano Perusso

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