“En la cancha el equipo nunca pareció entender nada”

Fénix atraviesa un presente crítico desde lo deportivo, pero de reconstrucción en lo institucional. En ese contexto, Solo Ascenso habló con José De Rosa, vice del club.

Publicada: 13/09/2025 19:53:58

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El Ave atraviesa un presente crítico desde lo deportivo: último en la tabla de posiciones de la Primera B y con el descenso a la C casi consumado. Sin embargo, desde lo institucional, la dirigencia sostiene firme la idea de un club que vive una etapa de reconstrucción profunda tras dejar atrás el gerenciamiento.

–¿Qué balance hacés de este período tan particular que atraviesa el club?

"Es un momento de sentimientos totalmente cruzados. Si hago un balance, tengo que dividirlo en dos. En lo institucional, es el período más importante de la historia reciente del club: recuperamos a Fénix de un gerenciamiento, hicimos una reforma estatutaria con todo lo que eso implica, pusimos al club al día ante todas las autoridades correspondientes. Peleamos hasta el final por tener nuestro estadio en Moreno y, cuando nos cerraron esa puerta, resurgimos de las cenizas logrando un acuerdo histórico para construir nuestra futura casa en Marcos Paz. En lo deportivo es sin dudas la decepción más grande. Es la crónica de cómo todo ese esfuerzo fue dilapidado en la cancha por un equipo que nunca pareció entender nada: ni la camiseta que vestía, ni que Fénix tiene una historia de 12 años ininterrumpidos en la Primera B, ni las indicaciones de los sucesivos entrenadores que pasaron, siendo el de hoy, Arias Navarro, el cuarto cuerpo técnico de este proceso. El balance es ese: recuperamos un club, pero perdimos un equipo".

–¿En qué sentís que se equivocaron?

"Como presidente de la Subcomisión de Fútbol, asumo absolutamente mi cuota de culpa. Seguramente cometí errores en el armado de este plantel, y de eso me hago cargo. Mi principal error, quizás, fue creer que el compromiso y el corazón con el que trabajamos afuera se iban a contagiar dentro de la cancha. Me equivoqué al pensar que todos entenderían la magnitud de la lucha que estábamos dando. Ningún error dirigencial puede justificar la apatía, la falta de rebeldía y el desinterés que se vio en el campo de juego".

–¿Sentís que al plantel le pesa este momento?

"Honestamente, no lo parece. Si a un plantel realmente le pesara una situación así, se vería otra actitud. Se vería rebeldía contra la derrota, amor propio, vergüenza deportiva. Lo más doloroso para nosotros es sentir que no han llegado a dimensionar lo que se está jugando. No es solo una categoría; es el esfuerzo de los hinchas, la historia de un club que recuperamos, la memoria de gente como Gustavo Cisneros. La sensación que nos queda es que, para muchos, esto es solo un trámite, y eso es lo que más duele. Obviamente, y es justo decirlo, siempre hay excepciones y algunos jugadores han demostrado un compromiso diferente, pero lamentablemente no alcanzó para contagiar al resto".

–¿Cómo trabajan día a día sabiendo que el descenso es muy difícil de esquivar?

"Con la mayor dignidad posible, pero con la mirada puesta en el futuro. Día a día cumplimos con nuestras obligaciones profesionales, apelando a la vergüenza deportiva para no quedar descendidos a tantas fechas del final del torneo. Nuestro verdadero trabajo hoy es doble: por un lado, sostener la estructura actual, y por el otro, trabajar incansablemente en el proyecto que no se detiene. El descenso es un golpe durísimo, una circunstancia deportiva terrible, pero no frena la refundación del club. Nuestra mente y nuestro esfuerzo ya están enfocados en la construcción del Fénix que soñamos en Marcos Paz".

–¿Cómo analizan el futuro del club? ¿Dónde los encuentra hoy en día?

"Hoy nos encontramos en una paradoja. Deportivamente, estamos en el peor momento en más de una década, a las puertas de perder la categoría. Pero institucionalmente, estamos más fuertes y con un futuro más claro que nunca. Tenemos un proyecto, un acuerdo y un lugar en el mundo: Marcos Paz. Analizamos el futuro entendiendo que este probable descenso tiene que servir como un punto de inflexión obligatorio. Para reconstruir el aspecto deportivo desde cero, con jugadores que entiendan lo que es Fénix. Como resume el título de una carta que hice pública hace poco, y que encapsula todo nuestro sentir: perderemos la categoría, pero nunca el sueño de un Fénix gigante. La lucha por ese Fénix continúa".