Del potrero a Temperley

Luis López habló de todo con Solo Ascenso y recordó sus inicios en el Gasolero. De jugar un campeonato de frigoríficos, el Mundial de Pinto y más a la cantera del club.

Publicada: 10/05/2020 17:12:03

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La historia es conocida en cada rincón del mundo. Aquel Diego Armando Maradona que se crió en Villa Fiorito en las canchas de tierra del barrio dio pie a miles de historias y sueños. Y la de Luis López, vecino de la zona, también. Aunque más forzada que la suya, porque ya no pensaba en jugar profesionalmente.

Y él mismo, la contó en diálogo con Solo Ascenso en Instagram Live. “Me inicié jugando en el potrero. Mi último paso en Talleres de Escalada, por una lesión, me dejaron un poco de lado. Con rencor, con bronca, decidí dejar. Ahí me encontré con campeonatos de barrio, de acá a allá, por todos lados. Llegué hasta a jugar en Santiago (el famoso Mundial de Pinto)”, inició.

“Y en un campeonato de frigoríficos, por un contacto de amigos, fuimos a jugar al fondo de Temperley, por Pasco y Salta”, añadió el Animal. Pero la historia continuó: “Se acercó Franco Morrone (colaborador del Gasolero), un muchacho que me ayudó mucho a llegar a Primera División. Me propuso probarme en Temperley. Yo no quería saber nada, por rencor con el fútbol, no quería entrenar más, no quería jugar más”.

Sin embargo, el entorno del hoy delantero de Atlanta pudo más e insistió. “En la vuelta a casa, mis amigos, mi hermano y mi viejo me rompieron las pelotas para que aproveche, que era mi último tren. Esa noche, se me prendió la lámpara, lo pensé bien y decidí ir. Tenía 19 años. Tenía que arreglar para jugar en Cuarta División”, admitió López.

Ya cuando le toca mostrarse en la prueba, indicó: “Franco (Morrone) tenía muy buena relación con Walter (Céspedes) y me hace llegar, pero no estaba nada dicho. En la primera prueba, hago dos goles en ese partido, éramos muchísimos a prueba y Walter quedó encantado, me miró de otra forma”.

“Me hizo ir al próximo martes, hago un gol y me sacó a un costado y me dijo que los chicos de Cuarta venían de vacaciones y arrancaban a entrenar, me dijo ‘andá, ponete en el fondo y entrená con ellos’. Una vergüenza”, agregó el punta de 32 años. Y culminó: “Me costó a lo primero porque soy vergonzoso, pero había chicos que también habían quedado y eso me ayudó para entrar en calor también”. Ya el resto es historia conocida…

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