Primera Nacional | Atlanta

Volvió feliz de La Feliz

El Bohemio venció a Alvarado por 2-1 con goles de Walter Mazzantti y Fabricio Pedrozo. Los de Orfila son los únicos escoltas de Estudiantes, en el comienzo de la fecha.

Publicada: 26/09/2019 22:23:38

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Atlanta tenía una parada complicada en Mar del Plata, no tanto por el momento de Alvarado en el torneo, que apenas se está adaptando a la categoría, sino más bien porque era su primera excursión medianamente lejana, en una cancha grande y complicada, donde el local había conseguido su única victoria. Pero el Bohemio sacó pecho y se llevó una victoria por 2-1.

De entrada, el elenco de Villa Crespo se llevó por delante al Torito, que no podía salir. En la primera clara, a Mazzantti le taparon el gol en la línea, pero a los 13, conectó un centro y venció a Degrá. Con el 1-0 los de Orfila se quedaron, y Alvarado creció, herido en su orgullo, para ir metiendo en un arco a la visita.

Si bien no generaba un riesgo concreto, el local ganaba terreno y le cascoteaba el rancho a Rago. Así fue que a los 40, en una excursión del Azul, Bracamonte se metió en el área y Leonardo Flores lo bajó. Claro penal que Rivero cambió por el 1-1 con el que terminarían yéndose al descanso.

En el complemento, el Bohemio volvió a salir mejor parado, y en una jugada colectiva dentro del área rival, Flores metió dos enganches, tocó para Ochoa Giménez que cedió para Pedrozo. La jugada se ensució, pero controló con el muslo y, de primera, metió un derechazo al ángulo para poner el 2-1.

Atlanta, esta vez, no frenó el ritmo, sino que se manejó de mejor manera, buscando mantener el partido lejos de Rago. El partido entró en una meseta que le quedó bien a los de Villa Crespo, y las cosas se le hicieron más fáciles cuando Ramírez expulsó a Santiago Giordana por doble amarilla.

Con 10, Alvarado se fue quedando sin piernas, y recién pudo llegar con gente sobre el final, cuando se entregó al golpe por golpe para igualar, algo que no logró. Al igual que contra Brown de Madryn, Atlanta pudo haberlo liquidado, pero no aprovechó las que tuvo y por eso tuvo que sufrir. Poco le importa, porque los tres puntos vuelven con ellos en el micro.

Párrafo aparte para el flojo arbitraje de Ramírez, quien le perdonó la vida a Previtali, pero se mostró excesivamente riguroso con Giordana. Como si fuera consciente de su error, después hizo la vista gorda con el juego brusco del local, que mereció quedarse con uno o dos hombres de menos, pero no era el delantero el que más lo merecía.

Mariano Perusso

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