Viento letal en el sur: Madryn tormenta, Quilmes brisa

El Aurinegro venció 3-1 al Cervecero en el partido postergado por la fecha 20, aplazado por nieve, y estiró su invicto a once juegos. El Albiazul se acerca al descenso.

Publicada: 30/07/2025 19:20:46

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Hubo fútbol en la inmensidad patagónica, donde el viento corta y las tribunas se estremecen. En el marco correspondiente al encuentro postergado por la nieve de la vigésima fecha de la Zona A de la Primera Nacional, Deportivo Madryn venció 3-1 a Quilmes en el estadio Abel Sastre. Pérez, Crego y Maná marcaron para el local; Martínez descontó para el Cervecero, que quedó a tres puntos del descenso.

El Depo pegó de entrada, como quien madruga para dejar en claro sus intenciones. A los 9 minutos, tras una infracción en mitad de cancha, todo se inició por la derecha con Solís. El extremo encaró, enganchó y tiró un centro sin demasiada potencia. Sin embargo, un mal rechazo dejó la pelota viva dentro del área y Bruno Pérez, con un remate que rebotó en la defensa, la mandó al ángulo. Un gol con algo de fortuna, pero producto de la insistencia.

Lejos de conformarse, Madryn siguió marcando el ritmo del partido. Luis Silba casi aumenta con una chilena que pasó cerca, y un minuto después Glellel tuvo que volar para salvar una media vuelta del propio delantero. Quilmes, sin juego ni rebeldía, apenas inquietó con un remate de Roseti.

El segundo grito llegó a los 39’ y fue una joya colectiva. Pérez desbordó con determinación, dejó en el camino a Bindella y envió un centro quirúrgico al segundo palo. Por allí apareció Diego Crego, que con un cabezazo preciso estiró la ventaja 2-0 a favor del Aurinegro. Fue una ráfaga del local, que no sólo fue más, sino que además olió sangre y no perdonó.

La primera parte se cerró con clima caliente, un tumulto tras una falta, y con la imagen del Cervecero golpeado anímicamente, sin liderazgo dentro del campo y con la brújula rota.

En el complemento, el director del Albiazul, Aldo Duscher, intentó cambiar la historia de raíz. Mandó a la cancha a Ramiro Martínez, Capano y Allende. Y si bien el Cervecero mostró algo más de actitud, fue una reacción más visceral que futbolística. Se adelantó en el campo, presionó un poco más arriba y tuvo su premio a los 72’: centro al área y cabezazo de Martínez para descontar. El gol significó una chispa de esperanza. Pero apenas eso: una chispa.

Porque el equipo dirigido por Gracian, sólido e inteligente, volvió a golpear en el momento justo. A los 84’, el defensor Federico Tévez cometió un error grosero al cederle el balón a Maná, que aprovechó el regalo, encaró a Glellel y definió con clase al primer palo para sellar el 3-1 definitivo.

No hubo tiempo para más. Madryn ganó con justicia. Fue eficaz, vertical y contundente. Se apoyó en sus puntos altos —Solís, Pérez y Silba— y supo administrar los tiempos del partido. Quilmes, por su parte, sigue siendo un equipo sin alma, sin ideas y sin reacción. Ni siquiera el cambio de entrenador logró modificar el rumbo de un plantel que navega a la deriva. Hoy por hoy, el Cervecero no pelea por el ascenso ni se salva del descenso: simplemente sobrevive.

Con este resultado, el Aurinegro estiró su invicto a once partidos y se ubica en la segunda posición con 40 puntos, a dos del líder Atlanta. En la próxima fecha visitará a Güemes en Santiago del Estero.

Quilmes, en cambio, se encuentra en la decimosegunda posición con 27 unidades, a solo tres de los puestos de descenso. Su próximo compromiso será nada menos que frente a Atlanta, en el estadio Centenario.