Solo Ascenso | Opinión

Dejará su huella

Norberto Brotzmann

Publicada: 03/10/2019 16:53:39

Fernando Ruiz es el entrenador de Platense desde hace más de dos años, y ya es una marca registrada en la historia del club.

En este fútbol argentino tan complejo en varios sentidos, lo es y mucho más cuando se habla de la famosa "silla eléctrica" en referencia al lugar que ocupan los entrenadores. Platense en ese sentido por estos tiempos vive una especie de primavera, dado que el actual director técnico goza de una continuidad poco común.

Obviamente que esto tiene que ver en gran parte a su notable labor, más allá que lo complementa otra parte (menor), y que es la dirigencia, quien ha sabido respaldar el trabajo del Cabezón.

Ruiz llegó al club a mediados del año 2017, en pleno receso deportivo, a la espera del comienzo del campeonato de la Primera B Metropolitana de la temporada 2017/2018. Si uno se para en la línea de tiempo de ese momento, verá que al Marrón no le estaba yendo para nada bien en los años anteriores, en los que a veces ni siquiera lograba entrar a competir por el segundo ascenso, o que lograba entrar penosamente, casi por la ventana diría.

Para encarar esa temporada, se formó un plantel bastante nuevo, que incluía por ejemplo el regreso de quien iba a terminar siendo el goleador histórico del club como Daniel Vega (tuve la suerte de entrevistarlo a su regreso el día que firmó su contrato, y no pudo evitar las lágrimas de emoción cuando me comentaba sobre su retorno al Marrón), las llegadas de valores muy importantes como Jorge De Olivera (venía a reemplazar a Ezequiel Mastrolía, muy querido por la parcialidad calamar, y que había dejado muy alta la vara), quien también iba a ser hombre récord con cantidad de minutos sin que le conviertan goles, el león del mediocampo Hernán Lamberti, José Vizcarra, Facundo Curuchet, Marcelo Vega, que se sumaban a los pibes de la cantera como Agustín Palavecino, Nicolás Morgantini o Juan Infante.

El debut del torneo fue frente a los vecinos de Defensores de Belgrano con triunfo 2-0 como local, tarde en la que se vio a un equipo muy seguro, al igual que su arquero, quien descolgaba cada centro que sobrevolaba el área. Luego de nueve fechas jugadas, Tense tenía apenas una derrota acumulada, cinco triunfos y tres empates además. La ilusión se había encendido por Vicente López, Saavedra y alrededores, con un equipo que no lucía como quizás el de Omar Labruna en sus buenos momentos, pero era inteligente y muy práctico para resolver los partidos.

Después de esta parte, se arrimó el primer frente de tormenta en la era Ruiz, en el que el equipo parecía haber entrado en una meseta por ratos, y en una depresión futbolística por otros. Se tocó fondo allá por noviembre del 2017, cuando el Calamar fue derrotado por Barracas Central como visitante, y fue en ese momento en el que la dirigencia le colocó la mano en el hombro y le confió su continuidad.

La respuesta de Ruiz y sus muchachos fue de la mejor, y luego de esa situación, despidieron el 2017 con tres triunfos consecutivos. Cuando se reanudó el certamen en el 2018, dejaron en claro que nada era casualidad, y siguieron por la senda de la victoria, ya que ganaron los primeros cuatro partidos de ese año, lo que sumaba siete de manera consecutiva, punto a favor para la dirigencia por bancarlo, pero punto y medio para Ruiz y sus dirigidos por la cosecha.

A esa altura estaba en claro que la contienda iba a ser mano a mano frente a Estudiantes de Caseros, equipo al que enfrentó en la fecha 27 como local, el 20 de marzo para ser exacto, partido que terminó en derrota 1-0 con gol de Gastón Suso (hoy en Platense). Después de ese encuentro, llegó la segunda tormenta, con los acontecimientos por todos conocidos después del partido.

Lejos, pero muy lejos de bajar los brazos, Ruiz se concentró en seguir dando pelea a pesar de la caída ante el Pincha, para llegar a la última fecha dos puntos arriba de su rival. De ganar esa mañana del 28 de abril en Munro ante Colegiales (había llovido mucho en la previa) era campeón, pero fue 0-0 y tuvo que jugar un desempate, lo que puede considerarse otra piedra en el camino, que una vez más Ruiz y sus muchachos, supieron resolver cuando derrotaron 1-0 a Estudiantes BA en cancha de Lanús.

Balance más que positivo en el primer año, ya que de no clasificar a veces, o penosamente otras a los reducidos, se saltó (mediante la conducción de Ruiz) a salir campeón y ascender de manera directa en el primer intento. Con la base del equipo de la B Metropolitana más un puñado de refuerzos donde se destacan Abel Luciatti o Cristian Tarragona, Ruiz encaró el torneo de la entonces B Nacional. En la previa del torneo habían hinchas que decían conformarse con mantener la categoría el primer año, otros más ambiciosos querían ascender a Primera argumentando que es el lugar que a Platense le corresponde (lo que es cierto, pero no es culpa de Ruiz estar ausente dos décadas en la máxima).

La diferencia de categoría entre la B Metro y la B Nacional es muy grande, los equipos tiene mucha más jerarquía, obviamente más presupuesto. Pero lo cierto es que Ruiz se lanzó con sus armas a dar pelea en este certamen tan hostil (deportivamente hablando, claro) y tras algunos altibajos en el rendimiento, a fin de campeonato logró clasificarse al Torneo Reducido, ocupando el quinto lugar en la tabla general (cuarto para el segundo ascenso), en una campaña en la que el tema de pelear por no descender, quedó totalmente a un costado. Entre los triunfos más resonantes se pueden citar a la goleada frente a Arsenal (el campeón) por 3-0, a Chicago por idéntico marcador, a Almagro 3-1, o a Chacarita en San Martín.

La eliminación en cuartos de final del Reducido a manos de Central Córdoba (SdE) que fue quien ascendió, pareció una cosa del destino, porque daba la sensación que Tense estaba en condiciones de avanzar de ronda, pero una jugada fortuita del Ferroviario terminó en el gol de Pablo Ortega, que fue como una puñalada directa al corazón.

El balance del segundo año, es altamente positivo también, y muchísimo más si se tiene en cuenta que se perdió ante quien ascendió. Por estos días Ruiz está disputando su segunda temporada con el Marrón en la ahora llamada Primera Nacional, y ya ha sabido disipar otra tormenta ganándole a Belgrano y Estuduantes BA cuando las cosas se complicaban, lo que demuestra que su proyecto sigue funcionando.

Después de todo esto, me animo con total seguridad a afirmar (pase lo que pase en el futuro), que Fernando Ruiz dejará su huella en el club.

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