Primera C | Argentino de Quilmes

La Cortina Metálica

El Mate es protagonista en una parte de la historia del fútbol argentino. Juan Botasso jugaba en el club cuando atajó una final de un Mundial. El apodo habla de su solidez.

Publicada: 01/07/2018 15:43:08

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“¡Arquero lindo!, ni el viento pasa;
toda la hinchada tiene en su puño.
Vengan ‘balazos’ que es de buen cuño,
Sólo los brujos lo vencerán (...)
La tribuna entera te saluda… ‘Botasito’,
Porque sos el mago de la hinchada.
Los domingos sos cortina de negocio que al balazo desafió.
Y tenés el alma dura frente al ojo del cañón”


El tango que compusieron Hugo Zamora y Miguel Padula lo deja bien claro, ¿no? ¡La Cortina Metálica! No hay apodo más gráfico para un arquero hoy en día.

Argentino de Quilmes, por entonces, disputaba la Primera División de contexto amateur. Y su estrella empezaba a brillar: Juan Botasso, de sólo un metro 69, no dejaba pasar ni una pelota al fondo de la red. Solidez pura.

Sus buenos rendimientos lo llevaron a disputar el Mundial de Uruguay 1930, en el que comenzó como suplente y tuvo que ingresar en lugar de Ángel Bossio, arquero de por entonces Talleres de Remedios de Escalada. La Cortina fue titular en la semifinal (6-1 ante Estados Unidos) y en la final (2-4 ante Uruguay), aunque este último partido cuentan que tuvo que terminarlo lesionado.

Luego de disputar la máxima competencia se fue a Racing, en donde es ídolo indiscutible, de los que empezaron a escribir la historia gloriosa de La Academia. Al Mate volvió tras su paso por Avellaneda para retirarse. Murió a la corta edad de 42 años, en 1950. Fue el único jugador del Mate en jugar un Mundial.

Ignacio Cruz

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