Primera Nacional | Atlanta

Mucha lucha, escaso juego y sabor a poco para Atlanta

En un partido que destacó más por la violencia que por el fútbol, el Bohemio igualó 1-1 con Riestra en Villa Crespo. Dramisino abrió el marcador para los de Giganti.

Publicada: 08/05/2023 23:33:57

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Atlanta volvió a empatar 1-1 este lunes, como local de Deportivo Riestra, en un partido que tuvo poco de fútbol y mucha lucha y deslealtad. A la sombra de un pasivo arbitraje de Nelson Bejas, el Bohemio abrió rápido el marcador, pero con un gol de otro partido, la visita igualó el juego a poco del cierre de la primera parte. El complemento estuvo prácticamente de más. Los de Giganti siguen sumando, pero hoy con sabor a poco.

Atlanta salió muy metido de arranque, y cuando apenas se iniciaba el partido, Alejo Dramisino metió un potente cabezazo entrando por izquierda y clavó el 1-0. El local se mostraba superior futbolísticamente -y lo fue toda la noche-, pero la visita comenzó a practicar un novedoso deporte, parecido al fútbol, pero con tintes de lucha libre.

Apañados por un Bejas que siempre miraba hacia otro lado, los deportistas visitantes propinaron piñas, codazos y patadas a mansalva: Aguirre recibió un trompazo (que era penal), Mazzola dos planchazos que casi lo sacan del partido, Bogado, Vedoya y Dramisino también ligaron golpes y topetazos sin pelota. Para el juez, eran más graves las protestas que los embates, y todas las agresiones quedaron impunes. Si bien al árbitro los antecedentes no lo acompañan, pareció pecar más de incapaz que de malicioso: perdonó un claro penal por mano de Vedoya promediando la primera etapa.

No obstante, Atlanta seguía siendo superior cuando lograba jugar al fútbol, y pudo haber aumentado la diferencia con un derechazo de Galeano que se fue al lado del palo. Riestra, por su parte, se encomendaba a algún pelotazo o una escapada en velocidad de sus puntas, pero a los 41, Goitia encontró un rebote corto al borde del área, y con un derechazo potente pero bombeado, superó a Sumavil y clavó un golazo.

En el complemento, el nivel de violencia bajó, Riestra dejó de pegar sin pelota y Atlanta de discutir, pero también bajó el caudal futbolístico, posiblemente pagando caro el costo de un primer tiempo muy físico. El único con la intención y capacidad para intentar jugar fue el Bohemio, pero se encontró una defensa más firme que en el primer tiempo, y prácticamente impermeable a cualquier ataque.

En ofensiva, la visita no propuso nada más que buscar un corner o una pelota parada para mandar a las torres a cabecear, algo que pudo haberle dado resultado de no haber sido por una buena estirada de Sumavil sobre su palo derecho. El pitazo final de Bejas, apurado por cerrar un juego que lo sobrepasó en todo momento, determinó el empate final.

Al Bohemio le queda el sabor amargo de haber intentado jugando al fútbol y no haberle alcanzado, pero sigue sumando por quinto partido consecutivo, sostiene un nivel y una identidad que le costó encontrar, y que es la piedra angular sobre la que construir a futuro. Por sobre todas las cosas le quedará la nobleza, invaluable, pero también innegociable para el club de Villa Crespo.

Mariano Perusso

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