Quilmes venció a Atlanta en un final agónico en casa

Este martes, el Cervecero derrotó 2-1 al Bohemio con goles de Carabajal y Capano. Bisanz anotó para la visita, que sufrió las expulsiones de Caín Fara y Tomás Rojas.

Publicada: 06/08/2025 03:01:14

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Hubo acción este martes en el estadio Centenario,.En el marco correspondiente a la vigésima quinta jornada de la Zona A de la Primera Nacional, Quilmes derrotó 2-1 a Atlanta. Los goles del local fueron de Gabriel Carabajal y Juan Ignacio Capano, mientras que Federico Bisanz anotó para la visita. Además, Caín Fara y Tomás Rojas fueron expulsados en el Bohemio.

En la previa, El elenco local llegaba golpeado, con la soga rozándole los tobillos, mientras que el cuadro visitante se ilusionaba con treparse a la cima. Y en ese marco, el conjunto dirigido por Luis García arrancó con mejor pie: manejó los hilos y avisó temprano con un remate de Jonathan Bauman que cruzó todo el arco y salió cerca. Parecía tomar el control. Parecía.

Pero a los 23 minutos, el partido se rompió. Marcos Roseti cortó una pelota en el mediocampo justo cuando el Bohemio intentaba salir, y desde ahí nació la acción que derivó en Gabriel Carabajal, quien encaró por la izquierda como quien se lleva por delante sus propios miedos y sacó un derechazo inatajable que se colgó del ángulo. Golazo. De esos que no solo cambian el marcador, sino también el pulso del encuentro. El Centenario explotó y el clima, ya caldeado, empezó a hervir.

El visitante no solo se vio en desventaja: cinco minutos después, Caín Fara perdió la cabeza. Tras un cruce con el propio Carabajal, reaccionó con una agresión que le costó la roja directa. Diez contra once, con casi una hora por delante. Aun así, el equipo visitante no se achicó. Se paró con carácter, asumió riesgos y fue a buscar la igualdad, mientras el local intentaba sostener la ventaja como podía. El entretiempo llegó como un salvavidas para los dos: uno necesitaba oxígeno, el otro, ideas.

En el complemento, el entrenador cervecero, Aldo Duscher, buscó oxigenar su ofensiva: mandó a la cancha a Juan Ignacio Capano y Juan Cruz Kaprof, y le dio descanso a Enzo Kalinski y Carabajal, que había sido el faro del primer tiempo. Pero ese cambio, lejos de potenciar a los suyos, los desdibujó. El equipo de la barranca se retrasó, cedió campo y balón, y la visita, con uno menos, empezó a empujar con más ímpetu que claridad. La pelota quemaba, el tiempo corría y los nervios hacían que cada jugada se sintiera como una final.

Hasta que a los 25 minutos, el Bohemio encontró su premio. Un centro desde la derecha, una floja respuesta del arquero Glellel y el oportunismo de Federico Bisanz, que apareció en soledad para empujarla y poner el 1-1. El silencio fue inmediato, como un apagón. El Centenario se volvió un hervidero de murmullos. La visita, pese a la inferioridad numérica, mostraba carácter, fútbol y ambición.

A partir de ese momento, el Cervecero se acordó de ir a buscarlo. El empate lo despertó. Se adelantó en el campo, recuperó agresividad y empujó contra el área rival. La visita, con piernas cansadas pero espíritu firme, se replegó con orden y todavía tuvo una más: a los 42', Rodrigo Moreira ganó de arriba en un córner y obligó a Glellel a una gran atajada para sostener el empate.

Pero a los 49', otro error de un arquero terminó en gol. Esta vez fue para el local. Camilo Machado ejecutó un tiro libre frontal, Francisco Rago salió mal, chocó con Edwin Schulz y la pelota quedó viva en el área. Capano, siempre atento, no perdonó: definió con el arco vacío y estampó el 2-1 agónico para el conjunto de la barranca.

Y como si algo faltara, en el octavo minuto de adición, Tomás Rojas, ya desbordado, le dio un golpe sin pelota a Capano y vio la roja directa, dejando a la visita con nueve jugadores. No hubo tiempo para más. Tras el pitazo final, lo que debía ser cierre se convirtió en caos: empujones, gritos y manotazos entre jugadores de ambos planteles derivaron en la intervención policial para contener una gresca que se fue de control. El Cervecero, en medio de la confusión, terminó festejando un triunfo tan sufrido como necesario.

Con este resultado, Quilmes ya puede empezar a mirar hacia arriba en la tabla. El Albiazul se ubica décimo con 30 puntos, a solo dos unidades del último equipo que ingresa a la zona de clasificación al Reducido, Deportivo Maipú. En la próxima fecha, visitará a Racing de Córdoba en busca de seguir sumando.

Por su parte, Atlanta dejó puntos importantes en el camino y se encuentra segundo con 42 unidades, justo detrás del nuevo puntero Deportivo Madryn. El próximo compromiso será en casa, cuando reciba a San Miguel, en un duelo entre dos equipos que buscan mantenerse en lo más alto.