Es cosa seria

En el Carlos V, el Canario venció 2-0 a Gimnasia de Jujuy con goles de Costa y Melivilo. Así, estiró la racha a 16 partidos sin perder. El próximo sábado visitará a Chicago.

Publicada: 11/06/2017 19:00:27

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Flandria no aparece en el radar del descenso. Cuando todavía quedan nueve partidos para el final del campeonato, el Canario se encuentra en la mitad de la tabla de los promedios. Cuando a fines del año pasado parecía condenado, hoy todos los caminos conducen a la salvación. Todo gracias a esta racha del 2017, donde lleva 16 partidos sin perder. Y este domingo por la tarde escaló un peldaño más en busca de la permanencia al vencer con claridad y justificación a Gimnasia y Esgrima de Jujuy en el Carlos V por 2-0.

En la primera etapa, Flandria fue amo y señor, no sólo del juego sino también de todas las situaciones de gol. Salió decidido a presionar bien arriba y antes del minuto tuvo una clarísima: zurdazo de volea de Pablo Bueno que reventó el travesaño cuando el arquero había quedado a mitad de camino y la defensa, mal parada. Después, remate de Franco Costa por arriba luego de dejar a varios en el camino a pura gambeta. Y la tercera fue otra vez de Bueno, que aprovechó un regalo de Olmedo en la salida e intentó definir por arriba del arquero, pero Cavallotti retrocedió a tiempo para meter el manotazo al tiro de esquina.

Iban apenas 15 minutos y el Canario ya merecía la victoria. Aunque con el correr de los minutos el conjunto de Jáuregui no pudo mantener esa intensidad en la presión. Por eso, las situaciones ya no fueron tan claras: centro de Camacho y cabezazo de Bueno cerca; disparo débil de Gabriel Díaz tras un rebote en la pelota parada.

Así, el desarrollo se fue emparejando. El Lobo jujeño logró salir del asedio gracias a la velocidad de Vila –lo mejor de la visita-. El 9 se escapó por la derecha entre Camacho y Riveros, se hizo el espacio y metió un zurdazo por arriba del travesaño ya dentro del área.

Pero en el final otra vez el Canario iba a apretar el acelerador. Y a los 42 llegó el grito que tanto perecía. Todo nació en un lateral sucio, Facundo Melivilo clarificó con un pase entre líneas para Mauro Bellone, que definió de primera al travesaño y en el rebote Costa se tomó el tiempo que sólo los distintos tienen: la paró de pecho, enganchó en el aire ante el defensor y –sin que la pelota tocara el césped- metió el zurdazo contra el palo. Golazo.

Para jugar tranquilo el complemento, Flandria encontró el segundo rápidamente. Y fue otro grito de alta costura. Porque Alejandro Altuna la pisó entre varios en la mitad de cancha y salió limpio. En el camino, se cruzó Melivilo que encaró de frente, aguantó el topetazo de los dos centrales y metió el puntazo entre las piernas del arquero cuando Cavallotti achicaba espacios.

Con el 2-0, el Canario llevó el partido a donde más le convenía. Hizo todo lento y achicó espacios cerca de Griffo para intentar encontrar alguna contra más. Y ponía la pelota en los pies de Melivilo, que le daba aire al equipo. Incluso pudo llegar al tercero a través de Fergonzi o la tijera de Bueno o Vicente, que se metió dentro del área. Igual, fue fiesta en el Carlos V.