Primera Nacional | Flandria

No baja los brazos

Flandria rescató un punto ante San Martín en un partido vibrante, al igualar 3-3 en condición de local. Ahora, el Canario necesita un milagro para escapar del descenso.

Publicada: 15/04/2018 19:26:46

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Está claro que Flandria dará pelea. Luchará hasta que se apague la última luz de esperanza para evitar el descenso. Así lo mostró este domingo en el Carlos V, donde se repuso de las adversidades y pudo levantar un partido durísimo, para terminar empatando 3 a 3 ante San Martín de Tucumán que pelea por subir a Primera División.

En la primera etapa, el plan del Canario se desmoronó en un suspiro porque el Santo tucumano resolvió todo en un rato para subirse a la punta. Porque en dos llegadas profundas lastimó con todo. En el inicio, el local tomó la iniciativa, achicó espacios hacia adelante y evitó que el conjunto visitante saliera con comodidad. En ese ratito de dominio, tuvo un centro para Sebastián Matos que descolgó el arquero en la cabeza del delantero y un tiro libre de Diego Medina que por atrás de todos apareció Alejandro Cabral, aunque no llegó a conectar bien.

Y cuando se despertó, San Martín llegó con profundidad. A los 23 minutos, Gonzalo Rodríguez le ganó en la pelea a Mariano Puch y definió perfecto entre las piernas ante la salida de Ruggiero.

El Canario intentó contestar con un cabezazo de Sebastián Matos que murió en las manos del arquero. Y en la siguiente, el conjunto de Forestello encontró espacios por la izquierda, combinó bien, apareció solo García por el medio y le sirvió el gol a Claudio Bieler que la empujó con el arco libre.

Con la tranquilizadora ventaja, el puntero del Nacional se aplomó y empezó a manejar el partido con Alejandro Altuna en el medio y el juego de Matías García más la profundidad de Walter Busse. Flandria era pura intensión. Puch arranca bien la jugada pero casi siempre se equivocaba al momento del centro. Después, solo tuvo ese pase de Pons para Matos que no llegó a conectar de cabeza.

En el complemento, la dupla movió las fichas mandando a la cancha a Milton Zárate y Walter Ortiz. Así, Puch se retrasó unos metros para hacer toda la banda derecha, mientras que Medina se pasó para ese lado. En ese inicio, trató de encerrar a San Martín sobre su arco, con los remates de Ortiz y Pons a las manos del arquero, mientras que Zárate le dio de volea por arriba del travesaño.

Más allá de las limitaciones en el juego, el Canario parecía al borde del descuento. Ortiz le dio desviado tras una mala salida del arquero. Y al toque se juntaron los dos delanteros, Pons enganchó hacia adentro y buscó el segundo palo, aunque el arquero controló sin problemas. En otra mala salida de Arce, quedó solo Matos pero un defensor salvó tirándose con todo al piso. Y después lo tuvo Pablo Bueno con un cabezazo que se fue apenas alta, luego del desborde del “Mono” Ortiz.

Confiado en la ventaja que poseía, San Martín se dedicó a no jugar. Es que le tiró la responsabilidad al rival y se plantó sobre su campo de juego. Hasta que llegó el descuento que tanto merecía Flandria. Cerca de los 23 minutos, Zárate encaró por el centro, la levantó para Bellone al área y la fue a buscar para darle un puntazo al fondo de la red.

El gol destrabó el partido. Porque cinco minutos después Pons la clavó del ángulo con un disparo seco luego de la asistencia de Matos para establecer el empate. Y un par de segundos después cambiaron los papeles y Matos llegó a puntearla en el primer palo, pero la pelota se fue muy cerca.

El partido se hizo vibrante. Con Flandria volcado al ataque, el Santo encontró demasiados espacios. En una contra, Graciani se escapó por izquierda y buscó cruzado, aunque Ruggiero tuvo una gran tapada para salvar su arco. Y a los 37 minutos, en la primera pelota que tocó, Franco Costa definió perfecto dentro del área chica para poner el 3 a 2. El “Paqui”, por su pasado, no lo gritó.

El resultado duró poco. Porque tras una arremetida dentro del área de Pons, apareció solo Bellone por el otro lado para empujarla con el arco vacío. 3 a 3 y a soñar con el milagro. Las lágrimas del capitán tras el pitazo final mostraron la situación del Canario. La gente despidió al equipo de pie y con aplausos. Como debe ser.

Agustín Gigante

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